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En el último operativo llevado a cabo este viernes, los investigadores hallaron una quinta vaina de calibre 9 milímetros mediante un detector de metales. Esta vaina se suma a las cuatro encontradas previamente, confirmando que Romina fue ejecutada con cinco disparos: dos en la cabeza y tres en la espalda.
Además, los buzos tácticos inspeccionaron un aljibe en busca del arma homicida, aunque hasta el momento no han obtenido resultados positivos. La fiscal a cargo del caso, Liliana Lupi direccionó los rastrillajes en el campo, donde se encontró la moto roja que Romina utilizó para trasladarse al lugar dónde habría sido asesinada.
A pesar de las intensas investigaciones, aún no hay detenidos por el crimen.
Todas las pistas apuntan al círculo cercano de la víctima, pero la falta de avances concretos mantiene el caso en un hermetismo riguroso.
Un vecino de los Karban, que posee una cámara de seguridad en el ingreso al campo, aún no ha regresado a Sáenz Peña. Los videos de esta cámara podrían proporcionar información crucial para la investigación.
Los investigadores esperan que, una vez que puedan acceder a estas grabaciones, se obtengan pruebas fundamentales que ayuden a esclarecer el asesinato de Romina Karban.
Las autoridades continúan realizando allanamientos en la propiedad de su hermano, Renzo Karban, con la esperanza de encontrar pistas que los lleven al responsable del crimen.
