RESISTENCIA
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Delia Beatriz Segovia, madre de Johana González, instaló una cruz en homenaje a su hija en la laguna Seitor, el lugar donde fue hallada sin vida el pasado sábado 01 de junio.
Con una profunda tristeza, Segovia expresó: "Yo lo único que pedí es justicia por mi niña". La mujer de 30 años había desaparecido desde el 21 de mayo, cuando dejó a su hijo de nueve años con su madre para salir en busca de dinero, prometiendo regresar a las 22:00.
El conmovedor momento en el que se instaló la cruz, tuvo lugar alrededor de las 17:30 de este miércoles, y contó con la presencia de Segovia, visiblemente afectada, acompañada por los hijos y el sobrino de Johana, dos niños de nueve y diez años que ahora están bajo su cuidado. Además, se dejaron algunas flores en el sitio en memoria de González.
Entre lágrimas, Segovia pidió que Barrientos "nunca más salga porque me arrancó el alma".
Actualmente, Mario Barrientos, un hombre de 41 años, es el único acusado y detenido en la causa que investiga el femicidio de González. Barrientos estuvo prófugo por casi 24 horas, antes de ser localizado en Corrientes el domingo 2 de junio.
En respuesta a una solicitud de ayuda que circuló en redes sociales, Segovia aclaró: "No digan cosas que no son. Nadie pidió dinero ni mercadería". Aunque el dinero no le devolverá a su hija, algunas personas, como el hermano de Marilú Robledo, acercaron bolsas de mercadería en muestra de solidaridad. Robledo fue asesinada a puñaladas delante de sus hijos el 15 de octubre del año pasado.
Para finalizar, Segovia expresó su confianza en el proceso judicial: "Confío en mi abogado y confío en la justicia, porque no estoy sola". Y con determinación, agregó: "Tengo que tener fuerzas".
